Cuento: Blanco y Negro
Hace mucho, muchísimo tiempo, cuando todo
estaba empezando y hasta los planetas, las estrellas y casi todas las cosas
antiguas eran tan pequeñas que iban al cole, había una clase especial que era
la favorita de todos, porque era la más alegre. Allí estudiaban revoltosos los
colores, desde el Blanco al Negro, pasando por el Rojo, el Azul, el Amarillo y
todos los demás, preparándose para ser unos colores estupendos cuando fueran
mayores. Todos ellos eran, además de graciosos y alegres, muy traviesos, pero
especialmente Blanco y Negro, que andaban tan ocupados con sus travesuras que
casi siempre llegaban tarde a las clases.
Una mañana se montó un gran revuelo en el cielo. Las nubes habían comenzado a practicar sus lluvias, pero estuvieron lloviendo tanto tiempo, y crearon una tormenta tan terrible, que todos, absolutamente todos, quedaron deprimidos y entristecidos por tener tan poca luz, y ni siquiera el Sol cuando volvió a brillar consiguió alegrar al mundo. La última solución era recurrir a los traviesos y juguetones colores, aunque fueran los más pequeños y pudieran no estar preparados, y fueron a buscarles a su clase urgentemente. Aún era temprano y como casi siempre Blanco y Negro aún no habían aparecido, pero no había tiempo para esperarles. Tenían que hacer algo rápidamente, así que salieron corriendo por el cielo para llegar hasta donde estaban las nubes, muy apenadas por lo ocurrido. Y en su camino por el cielo, cada uno de los colores dejó un rastro brillante, y la combinación de todos ellos resultó tan espectacular y llamativa que la alegría y la sonrisa volvió a todos con fuerza, en medio de grandes aplausos. Y estuvieron encantados de ser nombrados oficialemente ayudantes del Sol, quien les rogó que a partir de entonces acudieran a ayudarle para alegrar a todos, formando su espectacular arco iris cada vez que las nubes se excedieran con su lluvia.
Blanco y Negro llegaron a la clase poco después, y no encontraron a nadie. Todos felicitaron tanto a los demás colores por su alegre actuación, que ellos, los más divertidos y alegres, no se atrevieron a pedirles que les dejaran ser parte de su gran invento, y desde entonces se esforzaron por ser puntuales y responsables. Y lo hicieron tanto y tan bien, que ya no les importa no ser parte del arcoiris: ahora son los colores más serios y más importantes, y nadie puede hacer nada sin ellos.
Una mañana se montó un gran revuelo en el cielo. Las nubes habían comenzado a practicar sus lluvias, pero estuvieron lloviendo tanto tiempo, y crearon una tormenta tan terrible, que todos, absolutamente todos, quedaron deprimidos y entristecidos por tener tan poca luz, y ni siquiera el Sol cuando volvió a brillar consiguió alegrar al mundo. La última solución era recurrir a los traviesos y juguetones colores, aunque fueran los más pequeños y pudieran no estar preparados, y fueron a buscarles a su clase urgentemente. Aún era temprano y como casi siempre Blanco y Negro aún no habían aparecido, pero no había tiempo para esperarles. Tenían que hacer algo rápidamente, así que salieron corriendo por el cielo para llegar hasta donde estaban las nubes, muy apenadas por lo ocurrido. Y en su camino por el cielo, cada uno de los colores dejó un rastro brillante, y la combinación de todos ellos resultó tan espectacular y llamativa que la alegría y la sonrisa volvió a todos con fuerza, en medio de grandes aplausos. Y estuvieron encantados de ser nombrados oficialemente ayudantes del Sol, quien les rogó que a partir de entonces acudieran a ayudarle para alegrar a todos, formando su espectacular arco iris cada vez que las nubes se excedieran con su lluvia.
Blanco y Negro llegaron a la clase poco después, y no encontraron a nadie. Todos felicitaron tanto a los demás colores por su alegre actuación, que ellos, los más divertidos y alegres, no se atrevieron a pedirles que les dejaran ser parte de su gran invento, y desde entonces se esforzaron por ser puntuales y responsables. Y lo hicieron tanto y tan bien, que ya no les importa no ser parte del arcoiris: ahora son los colores más serios y más importantes, y nadie puede hacer nada sin ellos.
¿Qué es la puntualidad?
La puntualidad se define como el "cuidado,
diligencia y exactitud en hacer las cosas a su debido tiempo". Es una
virtud que se relaciona con otras como respeto, responsabilidad, orden y
laboriosidad.
LAS CAUSAS DE LA IMPUNTUALIDAD
Los ANTIVALORES
-La
pereza.
-La falta de horarios.
-No llevar una agenda confiable.
-Engañarnos con actividades que nos hacen perder el tiempo y el de los demás.
-El activismo sin reconocer entre lo urgente y lo importante.
-Creer que siendo impuntual se afecta sólo a uno mismo, cuando los más afectados son las demás personas.
-La falta de horarios.
-No llevar una agenda confiable.
-Engañarnos con actividades que nos hacen perder el tiempo y el de los demás.
-El activismo sin reconocer entre lo urgente y lo importante.
-Creer que siendo impuntual se afecta sólo a uno mismo, cuando los más afectados son las demás personas.
-Tener
justificaciones
CHISTE SOBRE LA IMPUNTUALIDAD
IMPORTANCIA DE LA PUNTUALIDAD
· Cada persona merece esa buena
atención de nosotros, ya sea el jefe de trabajo, los compañeros, el profesor,
los amigos y especialmente DIOS.
· La puntualidad es una cuestión
de educación.
· Es la disciplina de estar a tiempo para cumplir
nuestras obligaciones.
· Nos
hace creíbles y confiables.
· Nos
hace atentos y considerados.
· Nos
hace ordenados y eficientes.
· Evita
que perdamos tiempo y dinero.
· Es
esencial para cuidar amistades y relaciones.
¿CÓMO SER PUNTUAL?
· El primer paso es reconocer la
impuntualidad como una debilidad personal y proponerse trabajar para superarla.
· Tomar
conciencia del tiempo.
· Consideración
del otro.
· Planes
adecuados.
· Busca una “palanca” que te empuje a cambiar.
· Obsérvate a ti mismo como te comportas.
· Prepárate para llegar puntual.
· Sé conciente que tienes una cita.
· Sé conciente acerca del tiempo. El tuyo y el de los
demás.
· Levantarse
a la hora debida.
· Haz el compromiso de estar 15 minutos antes para cualquier
cosa.
· Llevar
siempre algo para leer o escuchar.
· Re-estudia la cantidad de tiempo que toma completar
tus tareas normales.
· Observa tu reloj por unos pocos días y observa
cuando pierdes tiempo.
· Pega notas en tu casa que te recuerden el tiempo.
· Mantén la organización debida.
·
Planea a
futuro.
· Ve a dormir a tiempo.
· Come bien.
· Mantener
el orden.
· No
dejar los preparativos para el último momento.
· Programar la alarma de nuestro reloj u ordenador, pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora
· Prever
a qué hora se debería hacer cada cosa para poder salir de casa a tiempo.
· Localizar
los momentos de mayor pérdida de tiempo, y tratar de eliminarlos.
· Elabora por
escrito tu horario y plan de actividades del día siguiente.
4 comentarios:
buena historia
MUY BUENAS IDEAS! TENGO UN GRUPO DE ESTUDIANTES QUE NO SABEN LO QUE ES LA PUNTUALIDAD.
Estos puntos sobre la puntualidad es importante para trabajar con los estudiantes
Me gustó el cuento y las recomendaciones las plicare en mi sesión de clase.También mis peques en casa.
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