¿QUÉ DICE EL CATECISMO SOBRE LAS OBRAS
DE MISERICORDIA?
CIC 2447 Las obras de misericordia son acciones
caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades
corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13,
3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de
misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de
misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento,
dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a
los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31-46).
Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4,
5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la
caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios
(cf Mt 6, 2-4):
«El que tenga
dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que
haga lo mismo» (Lc 3, 11). «Dad más bien en limosna lo que tenéis,
y así todas las cosas serán puras para vosotros» (Lc 11, 41). «Si
un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno
de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo
necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16; cf Jn 3,
17).
Las obras de
misericordia se dividen en obras corporales y espirituales.
Obras de misericordia corporales:
l Alimentar al
hambriento: Donar
alimentos o ayudar a quienes no tienen acceso a ellos.
l Dar de beber al
sediento: Ofrecer
agua o asistencia a quienes carecen de acceso a ella.
l Vestir al
desnudo: Proporcionar
ropa a quienes no tienen la suficiente.
l Dar posada al
peregrino: Ofrecer
refugio a quienes lo necesitan, como inmigrantes o personas sin hogar.
l Visitar a los enfermos: Brindar compañía
y apoyo a los enfermos y a sus familias.
l Visitar a los presos: Mostrar compasión
y apoyo a quienes están encarcelados, incluso visitándolos.
l Enterrar a los muertos: Dar una sepultura
digna a los difuntos.
Obras de misericordia espirituales:
l Enseñar al que no
sabe: Compartir conocimientos y ayudar a otros a aprender.
l Dar buen consejo al que
lo necesita: Ofrecer orientación y apoyo a quienes buscan decisiones
importantes.
l Corregir al que se
equivoca: Amonestar
con cariño y respeto a quienes cometen errores, buscando su mejora.
l Consolar al triste: Brindar apoyo y
alivio a aquellos que están sufriendo.
l Perdonar las injurias: Perdonar las
ofensas y faltas de los demás.
l Sufrir con paciencia
los defectos del prójimo: Tolerar las imperfecciones y errores de los
demás.
l Orar por los vivos y
los muertos: Pedir
por el bienestar de todas las personas, tanto presentes como fallecidas.
LA CARIDAD TIENE SUS FRUTOS
CIC 1829 La caridad tiene
por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la
práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la
reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión:
«La
culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin; para
conseguirlo, corremos; hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos»
(San Agustín, In epistulam Ioannis tractatus, 10, 4).
JUEGO SOBRE LAS OBRAS DE MISERICORDIA
Ruleta de las Obras de Misericordia
Inspirado en el Catecismo de la Iglesia Católica N° 2447
......
Escape Room: Obras de Misericordia
Tiempo restante: 60 segundos
Correctas: 0 | Incorrectas: 0
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