sábado, 14 de agosto de 2010

IDENTIDAD DE GÉNERO


Todo adolescente se enfrenta a conflictos y confusión respecto a su sexualidad, la superación de ellos es parte del proceso de desarrollo y consolidación de su identidad.

Identidad Sexual e Identidad de Género.


La identidad de género se puede definir, entonces, como la igualdad a sí mismo, la unidad y persistencia de la propia individualidad como VARÓN O MUJER;  “en especial tal y como es experimentada en la conciencia acerca de sí mismo y en la conducta; la identidad de género es la experiencia personal del papel de género, y éste la expresión pública de la identidad de género”. Según esto, la identidad de un individuo hace referencia al sentimiento de igualdad a sí mismo, a la unidad de las características propias y a la persistencia de la individualidad a pesar de los cambios. Y la identidad de género, al sentimiento profundo de una persona de igualdad, unidad y persistencia como hombre, mujer  a pesar de los cambios físicos o psíquicos. Hoy el tema de identidad invita a hablar de subjetividad, dando a entender con ello las posibilidades de variación y dinamismo que se presentan en las trayectorias vitales de las personas en su autoconcepto como varones y mujeres.

En este contexto, es importante distinguir entre identidad de género e identidad sexual;, esta última se refiere a la conciencia de la identidad asociada al conjunto de características biológicas, morfológicas, genéticas y fisiológicas que caracterizan a una persona como varón o como mujer.

 La identidad sexual está determinada por el sexo biológico: cromosómico (XX, XY, o las diversas variaciones posibles); genético (presencia o ausencia de la secuencia genética necesaria para la diferenciación sexual; hormonal (por ejemplo, la producción de la hormona inhibidora del Sistema de Müller, andrógenos o estrógenos); morfológico o fenotípico (desarrollo de características sexuales primarias –gónadas, órganos sexuales internos y externos- y secundarias –cambios físicos asociados a la pubertad-). Desde dicha perspectiva, la identidad sexual correspondería a la identidad psico-biológica del propio sexo y de la diferencia respecto al otro sexo, y la identidad de género a la conciencia de la identidad psico-social y cultural del papel que hombres y mujeres desempeñan en la sociedad.

No hay un tercer sexo.


El desarrollo de la identidad sexual se fundamenta sobre las diferencias anatómicas y psicológicas de ser varón o mujer. El niño y la niña se han identificado con personas de su mismo sexo y se comportan, se sienten y se entienden a sí mismos como persona del sexo masculino o femenino.

El desarrollo de la identidad es un proceso de construcción permanente que se consolida durante la
adolescencia.
Aprendemos a ser varón o mujer:

Las características asignadas al sexo son aprendidas. Cada persona al nacer empieza un recorrido para aprenderlo. Cada ser que nace se forma en su ser mujer o varón, a través del proceso de socialización, es decir, en la familia, en la escuela, en los distintos grupos e instituciones donde nos educamos y formamos. Se nos enseña a comportarnos como un niño o como una niña. Se nos recompensa si lo hacemos y se nos reprueba si nos desviamos de la norma: “los niños no lloran”, “las niñas no se suben a los árboles”.


Nuestra identidad de género tiene claras repercusiones sobre cómo experimentamos la salud y la enfermedad, los roles que asumimos respecto de ella, y cómo nos trata el sistema de salud (¿por qué los hombres van menos al médico?, ¿por qué las mujeres se ocupan más de los familiares enfermos?).



2 comentarios:

Anónimo dijo...

ok vacan cada uno se debe identificar por uno mismo xq cierto cada uno es un sexo masculino y femenino eNTENDES OKAY

Anónimo dijo...

cieto soy tu fans